Premios Calidad y Servicio Posventa de Automoción 2018

En 1970 se fundó Manufacturas Fonos, empresa especializada en la fabricación de silenciadores, catalizadores y tubos de escape, revolucionando el sector con el Aluminox, un producto que convirtió a Fonos en una de las marcas punteras en el mercado europeo, suscitando así el interés de varios grupos internacionales, lo que provocó finalmente su adquisición por la multinacional Tenneco en 1995.

En la actualidad Tenneco es uno de los mayores diseñadores, fabricantes y vendedores de productos y sistemas para la suspensión y el control de emisiones para automóviles y vehículos industriales dirigido tanto al mercado de primer equipo como al mercado de posventa. Fonos es una de las marcas punteras de la compañía, junto con Monroe®, Walker®, XNOx® y Clevite®Elastom.

Los productos Fonos (silenciadores de alta calidad, tubos de escape, convertidores catalíticos, así como analizadores y sistemas de diagnóstico para el control de emisiones), cumplen los estándares de calidad y homologación exigidos en la UE, así como por los fabricantes. Así, los procesos de homologación, protegen a talleres y a consumidores garantizando la misma calidad de los productos de OE en los productos de Posventa.

Para evitar daños en el motor, Fonos es garantía de calidad y rendimiento. El más pequeño cambio en la contrapresión del escape puede afectar seriamente al rendimiento del motor y la eficiencia del consumo de combustible. A modo de ejemplo, un silenciador no homologado podría aumentar o reducir la contrapresión del sistema. Un incremento de la contrapresión conlleva la fuga de cierta cantidad de combustible sin quemar junto con los gases de escape de los cilindros a cada revolución del motor, reduciendo así la eficiencia y la potencia global.

Paralelamente, una contrapresión muy baja del sistema puede provocar que el combustible sin quemar se extraiga de los cilindros antes de tiempo, reduciendo nuevamente la potencia del motor y aumentando drásticamente el consumo de combustible y las emisiones de hidrocarburos. El combustible sin quemar también puede dañar en gran medida los catalizadores por sobrecalentamiento.